
Hoy recordamos a Santa Narcisa de Jesús Martillo, una mujer de fe inquebrantable y corazón generoso. Nació el 29 de octubre de 1832 en Nobol, Ecuador, y desde joven, tras la muerte de sus padres, se encargó del cuidado de sus hermanos menores y dedicó su vida al servicio de los demás.
En Guayaquil, trabajó con jóvenes abandonadas, enseñándoles catecismo y guiándolas con amor. Su vida de oración y penitencia la llevó a Lima, Perú, donde vivió en el Convento del Patrocinio hasta su fallecimiento el 8 de diciembre de 1869.
Fue beatificada en 1992 y canonizada en 2008 por el Papa Benedicto XVI. Hoy, su ejemplo de servicio y devoción nos inspira a vivir con amor y entrega hacia los demás. 🙏✨
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