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Historia

Los Tres Reyes Magos
Nuestra misión

Breve historia de Confedec

La Confederación Ecuatoriana de Establecimientos de Educación Católica, CONFEDEC como todas las obras de Dios, nació de una crisis y de un bautismo de persecución y de coraje. No es nuestro propósito detallar minuciosamente su génesis y evolución progresiva, tarea que compete a los investigadores de la historia, sino consignar sus más importantes hitos, precursores de una Confederación que ha asumido roles protagónicos en la educación nacional.

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Niños en la iglesia

Y consignamos un año: 1944.

Y nos referimos a una época conflictiva del país, en la que un liberalismo jacobino, imperante en nuestra patria, amenazaba la libertad de enseñanza, puntal indispensable de la auténtica democracia. Atentado que exigía la urgente creación de un organismo que defendiera los derechos de la educación católica conculcados por un asfixiante monopolio de la escuela estatal y laica. En uso de sus legítimos derechos, con voluntad férrea y con una inquebrantable personalidad, un grupo de educadores enfrentaron el desafío. Convocaron a una reunión de rectores y directores de educación católica y luego de largas y sesudas deliberaciones llegaron a una resolución trascendental: crear una confederación de establecimientos católicos.Si estos hechos son significativos, no menos importantes son  sus autores, cuyos nombres recordamos con enorme gratitud.

Y juzgamos deber de justicia consignar sus nombres, todos ellos de talla y renombre nacional:

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  • P. Aurelio Espinosa Pólit S.J. 

  • Monseñor Manuel M. Andrade Reimers

  • P. Jorge Chacón, S.J.

  • Monseñor Luis Orellana S.J.

  • Monseñor Miguel E. Romero.

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Como no se designara una directiva, el encargado de realizar las gestiones para la estructuración y organización de la Confederación, fue el P. Aurelio Espinosa Pólit SJ, religioso incansable y de sorprendentes ejecutorias, quien asumió esta misión por algunos años, con el beneplácito y la nominación del Sr. Arzobispo de Quito Monseñor Carlos María de la Torre, cuyo respaldo y ayuda fue un factor fundamental para la creación y despliegue de la Confederación.

Como no se designara una directiva, el encargado de realizar las gestiones para la estructuración y organización de la Confederación, fue el P. Aurelio Espinosa Pólit SJ, religioso incansable y de sorprendentes ejecutorias, quien asumió esta misión por algunos años, con el beneplácito y la nominación del Sr. Arzobispo de Quito Monseñor Carlos María de la Torre, cuyo respaldo y ayuda fue un factor fundamental para la creación y despliegue de la Confederación.

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Un hecho singular acaeció a los dos años de la fundación de la CONFEDEC. Se organizó en América la CIEC, Confederación Interamericana de Educación Católica, y nuestro país tuvo el privilegio de haber sido uno de los signatarios de su fundación y de la presencia solidaria de la escuela católica  en América.

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Para configurar la presencia jurídica de la Institución urgía la elaboración de los Estatutos,  labor que  precisó de frecuentes sesiones de estudio y análisis de sus fundadores y del asesoramiento de juristas muy calificados e identificados con la filosofía de la educación católica.

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Luego de seis años de abrir caminos y horizontes y cumplida una labor incesante de consolidación interna y externa, los incansables pioneros configuraron, en el año de l95l, la Confederación Nacional y su Comité Ejecutivo Nacional, a raíz del Congreso de Educadores Católicos.

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Una de las conclusiones del Congreso fue la de realizar las gestiones pertinentes para su la elaboración  de sus Estatutos. Así, el  15 de Junio de 1951, la Asamblea de educadores católicos aprobó, en tercera discusión el primer proyecto de Estatuto de la Institución y la Confederación quedaba integrada: Por las Federaciones diocesanas; y Por las Federaciones Provinciales de Educación Católica.

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